Campamentos de verano, una oportunidad de integración para el niño

Campamentos de verano, diversión y nuevas amistades

Ante la llegada de la primavera, muchos padres comienzan a diseñar los planes familiares para el verano próximo a llegar. Las vacaciones de los niños se acercan y resulta necesario ofrecerles actividades de ocio y socialización distintas a las que constituyen la típica rutina escolar. Los campamentos de verano surgen entonces como una valiosa alternativa a esa demanda, ya que brindan oportunidades de entretenimiento y aprendizaje únicas y diversas. Sin embargo, es frecuente que aparezcan dudas ante la decisión, debido a que implica la inserción en un entorno totalmente diferente al habitual y el establecimiento de vínculos con otros niños y adultos desconocidos. Esto puede generar temores e inquietudes no solo en los hijos, sino también en los padres, especialmente cuando se trata de niños pequeños o tímidos. No obstante, a pesar de los miedos naturales, es una oportunidad ideal para que ellos desarrollen sus habilidades sociales y su autonomía, descubriendo sus propios recursos para relacionarse en un ámbito que no es el acostumbrado. Desde los Campamentos Aventurama nos comentan cuáles son las claves para fomentar la integración de niños y niñas en un campamento de verano.

 

Claves para la integración de los niños en los campamentos de verano

Cuando los niños afrontan una nueva experiencia son capaces de adaptarse mucho más eficazmente de lo que suponemos, poniendo en juego destrezas que quizá eran ignoradas por ellos mismos o aprendiendo otras adecuadas a la situación. Ante la necesidad de convivir con otros niños y adultos, deben adquirir o perfeccionar aquellos comportamientos que les permiten comunicarse, compartir, respetar y participar de manera satisfactoria, incorporando competencias sumamente valiosas para la vida. Este es uno de los aspectos más beneficiosos de los campamentos de verano, más allá de otros conocimientos y enseñanzas de gran provecho.

El temor de los padres por la integración de sus hijos durante estos programas estivales es sumamente normal, aunque no debe transformarse en un obstáculo que los prive de vivir días de estímulo social, intelectual y afectivo. Es de destacar que así como los niños adquieren madurez durante estos períodos, se trata también de una excelente oportunidad de aprendizaje para los progenitores, por lo que la familia toda se enriquece. Confiar en que los niños serán capaces de desenvolverse correctamente fuera de casa y alegrarse por la experiencia que ellos han de vivir son sentimientos de gran valor y refuerzo positivo para papá y mamá. Pero no solo para ellos, pues la actitud de los mayores influye de modo determinante en la de los chicos y su integración al nuevo grupo. Para que la aventura pueda ser vivida plenamente por todos, es importante considerar, además, los elementos clave que detallamos a continuación.

  • Es preferible que el niño menor de 6 años acuda a campamentos urbanos, regresando a casa diariamente. Es aún muy pequeño para pernoctar lejos del hogar en un entorno no habitual.
  • Si el niño está transitando por algún problema emocional específico, es recomendable que durante esas vacaciones en particular no asista al campamento y, en cambio, disfrute de la compañía de familiares. Seguramente el próximo verano podrá asistir.
  • En cuanto a la duración de la estadía, se aconseja una semana para niños de 7 y 8 años, mientras que 15 días es un período adecuado para aquellos que van desde los 9 a los 11 años de edad.
  • Cuando el niño no desea participar de este tipo de programas de verano, no debe ser obligado, pues entonces no se obtendrá nada positivo de la experiencia. En algunos casos solo se trata de cierta timidez o inseguridad y animarlos a dar el paso es de gran ayuda. Pero cuando existe una negativa rotunda, no deben forzarse situaciones.
  • Es una buena idea escoger junto con los niños el tipo de campamento más conveniente de acuerdo a sus habilidades, gustos y expectativas. Esto promueve la motivación y el disfrute de cada uno según su propia individualidad.
  • Los padres deben sentirse tranquilos respecto del profesionalismo y la responsabilidad de las personas que estarán a cargo de sus hijos, así como de la correcta planificación de las actividades y la seguridad de las instalaciones en todo momento. Esta confianza debe fundarse en la trayectoria de la entidad organizadora y de los especialistas a cargo. Es preciso averiguar, observar y preguntar todo lo necesario, despejando cualquier duda por insignificante que parezca.

Como vemos, existen varios factores que inciden notablemente en la integración de los niños durante los campamentos de verano. Muchos de ellos pueden ser previstos y resueltos con anticipación, de modo que la experiencia resulte placentera e inolvidable para todos.