Aunque es frecuente considerar la obesidad como un problema fundamentalmente estético, el sobrepeso es uno de los principales factores de riesgo de salud para millones de personas. El exceso de kilos, un mal que ha adquirido actualmente características de epidemia, está asociado al desarrollo de numerosas enfermedades graves que pueden limitar el desarrollo de una vida normal y hasta causar la muerte. Sin embargo, y más allá del verdadero peligro que representa, la obesidad es una condición evitable en la mayoría de los casos, ya que por lo general aparece como consecuencia de hábitos de alimentación erróneos y de la falta de actividad física regular. Por lo tanto, acudir a los expertos en nutrición y seguir sus consejos alimentarios, además de implementar la práctica de diversos deportes adecuados a cada edad son los ejes esenciales en la lucha contra el exceso de peso. Es importantísimo tener siempre claro que se puede adelgazar con métodos saludables.
Además de los médicos especializados en nutrición, es de gran utilidad contar con un coach que nos ayude a conseguir nuestras metas. En situaciones de obesidad que perjudica nuestra salud, cuando debemos realizar un cambio radical de vida si queremos conseguir el objetivo de adelgazar, es fundamental contar con todo el apoyo externo que nos ayude a cambiar los hábitos en cuanto a alimentación y deporte. Ese apoyo externo lo tenemos con la figura del coach.
Paso a paso se alcanzan las metas
Comer menos y moverse más es la combinación perfecta para reducir el peso corporal y mantenerse saludable. No es una tarea simple ya que, por lo general, implica modificar costumbres muy arraigadas desde la niñez e incursionar en un estilo de vida en el que caminar, correr o asistir al gimnasio pueden ser considerados como esfuerzos inalcanzables para las personas sedentarias. Es importante destacar que todos los cambios que suponen la puesta en juego de la voluntad y la adaptación a nuevas rutinas deben ser realizados paulatinamente, incorporando cada logro como una herramienta duradera y eficaz para alcanzar los objetivos propuestos. Por otra parte, es necesario comprender que en el camino hacia el peso deseado surgirán dificultades y retrocesos, inconvenientes que de ningún modo significarán un fracaso, sino una complicación derivada de los antiguos hábitos aprendidos que, no obstante, irán perdiendo fuerza conforme se continúe actuando con perseverancia y optimismo. Los resultados en el mediano y largo plazo serán los mejores alicientes para proseguir por la senda correcta.
Alimentos que ayudan a adelgazar
No es ocioso reiterar la importancia de acudir a los profesionales expertos en obesidad, en lugar de intentar encarar un plan de adelgazamiento sin control médico. Las dietas relámpago, las de moda y las que se publican en diversos medios pueden ser peligrosas y no están pensadas para satisfacer las necesidades nutricionales de cada persona en particular. También es útil aclarar que no existen alimentos que por sí mismos disuelvan las grasas o quemen calorías, adjudicándoles cualidades adelgazantes. Pero sí podemos afirmar que muchos de ellos son excelentes para incluir en tratamientos destinados a lidiar con el exceso de peso gracias a sus propiedades, composición y alto poder de saciedad. Es el caso de la mayoría de las frutas y verduras que, además de su bajo contenido calórico, aportan agua, fibras y contribuyen a eliminar toxinas. Los lácteos desnatados, las carnes magras, los pescados y mariscos, el aceite de oliva en cantidad prudente y los cereales integrales son alimentos que ayudan a adelgazar si se consumen en las proporciones indicadas por el profesional nutricionista. Las técnicas de cocción al vapor, al horno y a la plancha y sin añadido de materias grasas son las más apropiadas para implementar en cualquier dieta sana.