Cómo superar el miedo al dentista

¿Habéis escuchado alguna vez la palabra Odontofobia? Es el miedo y la ansiedad que se siente cuando uno tiene que ir al dentista. Las causas que provocan este pavor al odontólogo son varias y es la principal causa por la que eludimos entrar en su consulta cuando tenemos un problema bucodental. ¿Te ves reflejado? ¿Te quita el sueño cuando no te queda más remedio que acudir a tu dentista? Como parece ser que es más habitual de lo que pensamos, os proponemos unas pautas a seguir para superar esa angustia que se siente cuando tienes cita con tu odontólogo.

Qué genera el miedo al dentista

Antes vamos a analizar qué puede provocar ese miedo, esa ansiedad que sólo el hecho de escuchar la palabra dentista te paraliza o te entra sudoración. En muchos casos se debe a una mala experiencia anterior. El dolor por el pinchazo de la anestesia, una postura incómoda, la boca abierta durante tanto tiempo, el ruido de los aparatos en un tratamiento específico, la incertidumbre de no saber qué te van a hacer… todo esto puede provocar en los pacientes un rechazo a volver de nuevo a la consulta.

Los odontólogos invierten cada año mucho tiempo y recursos para conseguir que todas sus técnicas sean menos invasivas y dolorosas, el área de implantología dental por ejemplo ha evolucionado muchísimo gracias a másters como este de especialización en implantología oral, un área que genera respeto a muchos pacientes.

Cómo superar el miedo a ir al dentista

Sea cual sea el origen de ese miedo o fobia al dentista, hay que vencerlo porque no podemos dejar de acudir a las revisiones o a los tratamientos necesarios. Si es tu caso, toma nota de estos consejos para que seas capaz de sentarte en el sillón de un dentista.

Elige la primera hora de consulta

Si puedes acudir al dentista a primera hora de la mañana, evitarás los nervios de estar todo el día pensando en el pavor que te da entrar en la consulta.

Intenta ir acompañado

Lo mejor es que acudas con alguien, un amigo o familiar, que no le de miedo y tenga confianza. Estar acompañado te ayudará a estar más tranquilo y entretenido hasta el momento en que tengas que entrar en la sala.

Plantea tus dudas y temores al dentista

Cuando pidas cita con tu dentista infórmate bien del tratamiento que vas a recibir. Prepara todas las preguntas y dudas que te asaltan, qué instrumental van a utilizar, cómo te van a anestesiar, cuánto va a durar lo que te van a hacer. Cuéntales tus miedos, no sientas vergüenza. Ellos son profesionales que saben cómo tratarte.

Técnicas de sedación

Hoy en día existe métodos sin dolor que ayudan al paciente a afrontar la visita al odontólogo sin nervios ni ansiedad.

  • Una crema local en las encías, por ejemplo, hará que no sientas nada cuando te pinchen la anestesia.
  • La sedación por inhalación puede ser muy útil para conseguir una relajación completa durante el procedimiento dental.
  • La sedación intravenosa. Se recurre a ella cuando la fobia es muy grande. Se pincha en el brazo o la mano y el paciente no llega a dormirse.

Estas técnicas de sedación consciente sirven para combatir ese estrés y ayuda a estar completamente relajado en el sillón mientras dura el tratamiento. Se suele acudir a este procedimiento cuando se trata de cirugía de implantes dentales. También existe la posibilidad de tomar algún tranquilizante. Pero debes consultarlo antes con el dentista porque nunca se debe tomar ningún medicamento sin preguntar al médico previamente.

Hay, además, técnicas de relajación que te pueden ayudar a combatir tu miedo al dentista. Respirar profundamente y escuchar música con cascos te harán olvidar el ruido del instrumental médico y a estar más relajado.

Pacta con el dentista cuando haya dolor o estés incómodo

Una buena idea es, antes de comenzar el tratamiento, hablar con el dentista para decirle cómo le indicarás cuando estés molesto, incómodo en el sillón o sientas dolor; basta con un gesto o una señal que pactéis los dos. Así te sentirás más seguro.