Fundamentos de la PNL

La programación neurolingüística se funda en postulados que constituyen su filosofía y orientan su práctica. Además de las premisas ya mencionadas, la PNL cuenta con otros principios rectores que describiremos a continuación:

El lenguaje construye los modelos mentales

La PNL considera que las palabras conforman los paradigmas mentales, representando una influencia negativa o positiva sobre los pensamientos y las posturas frente a la vida. Los mensajes que se reciben del entorno, los que se dirigen a quienes a nos rodean y aquellos cuyo destinatario es la propia persona que los elabora, lo que podría denominarse “diálogo interno”, no solo son modos de comunicar, sino poderosas armas que tienen la capacidad de definir el éxito o el fracaso de los seres humanos frente a la realidad que les corresponde afrontar. Es por eso que la PNL otorga al lenguaje una importancia fundamental, considerando que su estructura puede ser reprogramada con el objetivo de modificar los mensajes desfavorables. Ya que las palabras son capaces de modelar los comportamientos, el buen uso de ellas posibilita el desarrollo de experiencias más plenas y felices. Como contrapartida, existen expresiones y vocablos cargados de negatividad que actúan como obstáculos, entorpeciendo el logro de metas.

Las personas escogen la mejor opción de que disponen en cada momento

Por muy raras o perjudiciales para el entorno que puedan parecer ciertas acciones, se trata de las mejores elecciones que una persona puede realizar en una determinada circunstancia, momento y lugar. Esta afirmación no implica la justificación de las reacciones humanas, sino que se trata de una manera objetiva de entender y explicar la conducta. Los comportamientos responden claramente a los programas mentales o mapas de la realidad de cada cual, los aprendizajes incorporados a lo largo de la vida que se manifiestan como la manera de actuar primaria de cada individuo. Son recursos de interacción con el medio utilizados como herramientas para la supervivencia que, además, permanecen inalterables, a menos que se decida un cambio de conducta. Muchos de ellos son inconscientes, por lo que con frecuencia se desconoce la razón que impulsa a responder de un modo en particular.

Todo síntoma es una forma de comunicar

Se parte de la premisa de que la mente y el cuerpo están conectados entre sí y, por lo tanto, los pensamientos y las emociones experimentados se manifiestan a nivel físico como síntomas. Dolores, enfermedades y cansancio, entre otros, se interpretan como señales que intentan comunicar que algo no está funcionando bien interiormente. Si no se resuelven los malestares emocionales y psicológicos, todos estos signos de alerta que el cuerpo expresa continuarán presentándose y agravándose. Por lo general se buscan respuestas desde el punto de vista médico, aunque la solución a los problemas se logra atendiendo a sus verdaderas causas y no tratando de anular sus consecuencias. Los medicamentos pueden brindar un alivio temporal, aunque tarde o temprano, si no se identifican y tratan los orígenes emocionales de los males, los signos físicos vuelven a aparecer.

Todas las personas disponen de los recursos necesarios para solucionar los problemas

La PNL considera que todos contamos con las herramientas personales apropiadas para afrontar las diversas situaciones que se presentan a lo largo de la vida. Ante alguna circunstancia difícil suele pensarse que es imposible de ser atravesada exitosamente. Sin embargo, frecuentemente afloran las habilidades necesarias para resolver estos conflictos, apelando a la paciencia, la fortaleza, la voluntad y todas las capacidades con las que el ser humano cuenta en el momento preciso. Lo que ocurre en numerosas ocasiones es que ciertas programaciones mentales impiden reconocer la existencia de estas herramientas en el interior de cada uno, por lo que la programación neurolingüística ayuda a reconocerlas y utilizarlas provechosamente.